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martes, 13 de junio de 2017

FORMAS RARAS DE GANARSE LA VIDA DE LO EX-FUTBOLISTAS

Después de media vida dándole al balón, es normal que algunos futbolistas quieran alejarse del terreno de juego tras colgar las botas. Cantantes, sacerdotes, fontaneros, todo es posible para los hombres que levantaron la pasión en las gradas.


Faustino Asprilla
El futbolista colombiano Faustino 'Tino' Asprilla (44) saltó a la fama, además de por su buen hacer detrás del balón, por una instantánea cogida en mitad de un partido donde se le escapó su secreto mejor guardado por la pernera del pantalón. Asprilla se convirtió en una leyenda -por el tamaño, se entiende- y no dudó en posar completamente desnudo para la revista 'Soho'. Pero no contento con eso, también ha decidido sacar su propia línea de preservativos. "Van a ser condones normales, de diferentes tamaños y sabores", ha comentado el futbolista. "Yo recomendaría uno con sabor a guayaba". Puro exotismo.
 
Germán Burgos
A pocos les extrañó que el portero Germán Burgos (45) -conocido como 'El Mono' Burgos- decidiera centrarse en su vertiente musical tras retirarse de la primera línea del fútbol. Burgos ya había mostrado su pasión por el rock cuando todavía se encontraba en Argentina. Allí formó un grupo de versiones llamado La Piara, que posteriormente pasó a llamarse Burgos Simpatía, y con el que publicó dos discos. Una vez en Madrid formó el grupo The Garb, del que es líder indiscutible. Y lo combina con su faceta como segundo entrenador del Atlético de Madrid y sus participaciones como comentarista deportivo.
 
Álvaro Benito
Hay gente que todo lo que hace, lo hace bien. También los hay que todo lo hacen mal, pero Álvaro Benito (37) pertenece al primer grupo. El salmantino empezó su carrera profesional en el fútbol, llegando a jugar en el primer equipo del Real Madrid con Jorge Valdano. No obstante, ya bajo las ordenes de Fabio Capello, Benito sufrió una lesión de rodilla de la que no se recuperó. ¿Qué hizo para resarcirse? Pues formar un grupo de música, Pignoise, y dedicarse a triunfar en el pop. Para que luego digan que los futbolistas no saben hacer nada más que darle golpes al balón. También hace sus pinitos como comentarista, como buen exfutbolista.
 
Alexi Lalas
El pelirrojo Alexi Lalas (44) fue uno de los grandes nombres del fútbol estadounidense. Lalas desarrolló su carrera entre Italia y Estados Unidos, formando parte de Los Angeles Galaxy y participando en unos cuantos mundiales, pero el futbolista tenía una espinita clavada: la música. Cuando se retiró del fútbol, probó suerte con su propio grupo, Ginger -pelirrojo-, del que, evidentemente, era cantante y compositor. Pero viendo que el éxito no le acompañó, decidió volver al mundo del fútbol, siendo presidente de Los Ángeles Galaxy y analista deportivo en varias revistas.
 
Gaizka Mendieta
Al exfutbolista Gaizka Mendieta (40) le encanta estar rodeado de gente. Y viendo que como futbolista ya no podría hacerlo, el vasco pensó que debía enfocar su carrera hacia otra vertiente: la música. El futbolista se ha reconvertido en Mendieta DJ y se encarga de amenizar las noches de marcha. "Cuando me mudé a Valencia con 18 años para jugar en el club, lo primero que hice fue intentar buscar la mejor tienda de discos de la ciudad. Desde entonces siempre he pinchado discos de vez en cuando, aunque, obviamente, como futbolista tenía algo ocupados los fines de semana. Cuando dejé de jugar, pude dedicar más tiempo a la música", ha comentado el ahora DJ.
 
Jonathan De Falco
El belga Jonathan De Falco (30) no tuvo una carrera futbolística demasiado brillante, aunque hizo sus méritos. Para ganarse un sobresueldo empezó a bailar en discotecas, y claro, con un físico como el suyo alcanzó rápidamente la fama. Primero llegaron los bolos fuera de Bélgica y luego las proposiciones para hacer cine porno. De Falco se cambió el nombre a Stany Falcone, salió del armario y se dedicó en cuerpo y alma -pero sobre todo en cuerpo- al cine porno gay. Y no le va nada mal.
 
George Weah
El liberiano George Weah (48) fue una estrella del fútbol en la década de los 90. De hecho, fue el primer africano en ganar el Balón de oro -lo hizo en 1995-. Weah, además, combinó su dedicación al fútbol con labores de ayuda humanitaria para su país. Retirado del deporte, el ex-futbolista fundó su propio partido y se presentó como candidato a las elecciones de Liberia, aunque terminó siendo derrotado por Ellen Johnson Sirleaf -se le recriminó que no tenía la formación adecuada para liderar un país-. Posteriormente continuó ligado a la política, aunque desde un segundo plano.
 
Ahmed Ben Bella
En la vida de Ahmed Ben Bella el fútbol es casi una anécdota. El argelino llegó a jugar durante algunos partidos como mediocampista en el Olympique de Marsella, ya que se había trasladado a Francia para hacer el servicio militar. No obstante, Ben Bella ha pasado a la historia como el primer Presidente de la República Argelina Democrática y Popular, tras obtener la independencia de los franceses. Nunca un futbolista llegó tan lejos en la política.
 
Kaj Leo Johannesen
El exfutbolista Kaj Leo Johannesen (50) siempre ha siendo un gran apasionado de su lugar de nacimiento, las Islas Feroe, en Dinamarca. Johannesen jugó como portero durante más de veinte años, combinándolo también con una incipiente carrera profesional en el balonmano. Aunque su verdadera vocación estaba en la política. Cuando su trayectoria en el fútbol ya estaba de capa caída, Johannesen fue elegido como concejal, llegando con el tiempo a ser primer ministro de las Islas Feroe. Tanto tesón debe ser cosa de deportistas.
 

Romario
En esta vida, todo tiene solución. Incluso si uno ha sido uno de los futbolistas más díscolos de la historia del fútbol -los ha habido de peores, eso también-. Romario Da Souza (48) regresó a su Brasil natal dispuesto a poner los puntos sobre las íes. El ex-futbolista se convirtió en el senador más votado de la historia del estado de Río de Janeiro, con casi 5 millones de votos. Pero no contento con eso, también se acaba de convertir en el nuevo presidente del América, un club mítico en Rio de Jainero. A este ritmo, le vemos dirigiendo el país.
 
Chase Hilgenbrinck
Quienes se empeñan en decir que el fútbol es una religión deben estar pensando en el ex-jugador Chase Hilgenbrinck (32). El estadounidense llegó a jugar en la segunda división en Chile, antes de volver a Estados Unidos para fichar por el New England Revolution. Eso sí, cuando le ofrecieron un contrato multimillonario en 2008, decidió que lo suyo no era el fútbol y abrazó la fe. Ese mismo años se convirtió oficialmente en sacerdote.
 
Brett Angell
No todos los futbolistas tienen tanta suerte cuando terminan su carrera deportiva. Y si no que se lo digan a Brett Angell (46). El ex-jugador británico empezó a trabajar en un supermercado cuando acabó su carrera, quitándose la espinita del fútbol gracias a entrenar a un equipo de niños y dar clases para la asociación británica de fútbol. Al final, consiguió un puesto de entrenador en un equipo regional de Nueva Zelanda y allí que se fue.
 
Tomas Brolin
El jugador de fútbol sueco Tomas Brolin (45) es todo un hombre de negocios. Tras dejar el fútbol volvió a Suecia y se involucró en una serie de empresas, que iban desde vender zapatos y aspiradores por internet hasta abrir un restaurante en Estocolmo. También grabó un disco, protagonizó una campaña publicitaria de jacuzzis y saltó a la primera página de los periódicos tras chocar su vehículo contra un alce. Esto último no es un negocio, pero sin duda lo recordará toda su vida.

Fuente: laotracronica.orbyt.es

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